LA RIOJA.- Los querellantes de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y de la provincia de La Rioja solicitaron penas de prisón e inhabilitación perpetua para los imputados como autores del asesinato en 1976 de monseñor Enrique Angelelli, Luciano Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella, informó la agencia Télam.
Guillermo Díaz Martínez, uno de los abogados querellantes de la Secretaría de Derechos Humanos, señaló que Menéndez y Estrella deben ser condenados como "responsables mediatos del homicidio de monseñor Angelelli y de asociación ilícita, porque así lo indican las pruebas incorporadas en este juicio".
En la lectura de los alegatos del juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en esta provincia durante la dictadura, el letrado querellante pidió que cumplan "pena en forma efectiva y sean alojados en una cárcel común por lo cual su prisión domiciliaria deberá ser dejada sin efecto".
"Las pruebas aportadas en este juicio, indican claramente que los dos imputados hacían tareas de inteligencia para sus superiores del ejercito argentino con la excusa de que en la región había una `guerra sucia` y tenía que ser combatida", sostuvo.
"Hubo intención de matar"
Por su parte el otro representante de la Secretaría de Derechos Huamanos, Bernardo Lobo Bugeau, precisó que "hubo una intención de matar al obispo (Angelelli) en un operativo conjunto planificado con anterioridad por parte de quienes comandaban el país en ese entonces".
"Para eso se ideó un sistema de espiral que comenzó con el asesinato de los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longueville el 18 de julio de 1976, siguiendo con el laico Wenceslao Pedernera el 25 de julio,culminando con la muerte de Enrique Angelelli el 4 de agosto de 1976", señaló.
Dijo que Angelelli "fue emboscado, cuando conducía su camioneta, por otro vehículo y tras volcar personas desconocidas lo extrajeron del mismo y ya en la ruta, como lo indican los distintos testimonios,fue rematado golpeandole la cabeza contra el asfalto".
"No quedan dudas de que el obispo estaba empecinado en esclarecer el asesinato de los sacerdotes y para eso comenzó con sus investigaciones, lo que produjo que fuera objeto de persecuciones al punto que realizó los reclamos pertinentes ante la nunciatura a cargo de Pío Lagui, pero nunca recibió respuesta porque éste estaba de acuerdo con el plan de Exterminio de las Fuerzas Armadas", indicó Lobo Bugeau.
Antes de los alegatos, se produjo la declaración del último testigo, el ex médico forense de la policía de la provincia Enzo Herrera Paez, quien indicó que la muerte del obispo Angelelli "se produjo por los traumatismo de tórax lo que ocasiono también la fractura de varias costillas".